COLOR
El color desempeña un papel muy importante en la vida de los seres humanos. No se trata de sólo moda o tendencias, sino de cómo el ambiente interactúa con las personas.
Además de lo estético, los colores son capaces de afectar psicológicamente a los seres humanos.
Por lo que, su correcta elección para el hogar o el lugar donde se trabaja resulta fundamental.
Un color puede lograr que el espacio luzca frío o acogedor, o bien puede estimular o invitar a un espacio de relajación. Aunque se trata de gustos personales, hay ciertas recomendaciones que consideramos muy útiles a la hora de escoger los tonos para una habitación en particular.
A la hora de combinar colores, es arriesgado establecer una norma estricta. Hay una serie de consejos y trucos que se pueden seguir. Por ejemplo, más de 3 colores pueden resultar demasiados, sobre todo si existe un gran contraste entre ellos, pero pueden formar una combinación agradable si la relación y la proporción utilizada es la adecuada:
El color más suave y neutro se debería aplicar en más de un 60% del espacio
El color más intenso no debe ocupar más de un 15%
El color de mediación: la proporción más adecuada es de un 25-30%, a modo de transición entre los 2 anteriores.
Considera lo permanente: ten en cuenta el color de los elementos que son fijos como el suelo, el mobiliario y los accesorios.
Los colores se aprecian distintos dependiendo de la luz, las horas del día o del tamaño del área que cubren.
Utiliza los espacios: un espacio estrecho luce más amplio si se aplica un color ligeramente más oscuro en las paredes menos extensas y un color más claro en las paredes más amplias. Puedes hacer que el techo se vea más alto aplicando un color más claro que el de las paredes; al contrario, si lo que deseas es bajar el techo, aplícale un color más oscuro.
Las habitaciones orientadas a la luz del norte son menos luminosas y más frías. Colores cálidos las harán más agradables y luminosas.
Las habitaciones orientadas a la luz del sur son particularmente soleadas, tonos fríos pueden hacerlas más frescas.
Una buena idea, es pintar con colores claros aquellos ambientes que reciben una buena luz natural y queramos realzar la sensación de amplitud.
Utilizar recursos como pintar con más de un color una pared (sea en forma de zócalo o imitando un cabezal o pared) aporta volumen a esa pared y hará que se destaque más, aportando dinamismo al espacio intervenido.
Al pintar una casa o un edificio, el deseo de destacar su estética tiene mucho peso, además de la búsqueda de protección. Por este motivo es fundamental tener un conocimiento básico de colores y diseño.
Es tanto el impacto que tiene la selección del color en el resultado global, que la habilidad para ofrecer un buen consejo al cliente será lo que marcará la diferencia profesional respecto a otros pintores y ayudará a construir una base fiel de clientes.
En un entorno arquitectónico, el impacto del color viene determinado por varios aspectos:
- Funcional: Relacionado con el propósito con que se utiliza el edificio (residencial, comercial, fábrica, centro comercial, etc).
- Constructivo: Se refiere a cómo el uso del color afecta a nuestra percepción de los diferentes elementos de un edificio tanto para realzarlos como para disimularlos.
- Simbólico: Se trata de las asociaciones evocadas por el color, tanto las innatas y universales (ej. rojo – activo, azul – pasivo) como las aprendidas y culturalmente definidas (ej. Rojo – Cruz Roja).
- Psicológico: Define las emociones provocadas por las combinaciones de color, es decir, la capacidad de hacer que un edificio parezca cálido, frío, alegre o triste, estático o dinámico, etc.
- Estético: Se refiere al efecto conjunto de las combinaciones de color aplicadas al edificio. Altamente subjetivo y personal, depende de los gustos, estilos y puede cambiar con el tiempo y la localización.
No hay forma sin color
Color y forma están tan estrechamente relacionados que es casi imposible considerarlos separadamente. De hecho, sólo somos capaces de ver formas gracias a las diferencias en color. El nivel de brillo o textura también juega un papel importante aquí. Nuestra habilidad para distinguir una forma de su alrededor se apoya en las diferencias de tono, saturación y luminosidad / textura entre ellos.
Localización, espacio y luz
El color en arquitectura tiene su propia “geografía” determinada. Cada país y ciudad tiene su propia “paleta” de tonos que forman un tema de color predominante a lo largo de las generaciones. Además, la luz del sol, las sombras y los reflejos crean continuos cambios sutiles en nuestra percepción del color y son esenciales para determinar el carácter de una obra.
Color y asociaciones
La fachada de una casa o el exterior, es la representación de la personalidad de sus ocupantes, la primera impresión de los visitantes expresada a través de los colores.
Tonos blancos o claros dan impresión de pureza, cierta distinción y limpieza. Los cálidos son acogedores y los marrones y terrosos representan la tierra y combinan muy bien con las plantas. En el caso de un edificio público, la fachada debe transmitir seguridad; en un hospital, confianza; y en el caso de una vivienda, la calidez y personalidad de quien la habita. Los colores oscuros se asocian con peso y tamaño grande y a la inversa. Este llamado “principio del peso de los colores” puede utilizarse muy eficazmente para grandes estructuras.
El uso de los colores graduados por luminosidad y saturación, de la base al techo del edificio, puede ayudar a anclar la estructura reforzando el sentido de gravedad. Y al contrario: los colores “ligeros” puede hacer que grandes construcciones metálicas parezcan menos pesadas.
El color puede utilizarse también para romper la “masa” de un edificio muy grande o para incrementar la media percibida de secciones pequeñas. Finalmente, los colores recomendados para climas cálidos son frescos y claros (que no absorben el calor) mientras que para zonas frías se prefiere los tonos cálidos (que atraen el calor radiante).
Las exigencias del mercado actual, han propiciado la utilización de la pintura, no sólo como elemento decorativo, sino que además, hoy ofrece soluciones prácticas muy diversas y adaptadas a problemas específicos.
Conscientes de la importancia de la especialización como medio de proporcionar un producto de calidad, hemos apostado por la tecnología de fabricación en una línea de pinturas cuyo uso sea complementario entre sí, y enfocado al profesional.
Un sistema tintométrico es un conjunto de elementos que hacen posible que nuestras clientes cuenten con una gran variedad de colores y lo puedan tener disponible en distintas pinturas y acabados (plásticos, esmaltes, revestimientos, etc), garantizando la absoluta repetitividad y reproducibilidad de los colores.
FADEPA dispone de un laboratorio específico de Colorimetría, donde se investigan las nuevas exigencias del mercado y se desarrollan los elementos que intervienen en el sistema tintométrico; estando en constante innovación con nuevas colecciones de colores y productos.
Además de la indispensable e inmediata atención al cliente a través del taco tintométrico, ponemos a disposición de nuestros clientes, muestras físicas enviadas directamente de fábrica, para ayudar al cliente en la decisión final del color.
Propiedades de los colores
Veamos algunas propiedades de los colores y sus amplias gamas, que afectan el estado de ánimo en las personas:
Rojo: intenso y emocional, por eso se la llama el color del amor. Es símbolo de energía, de fuerza y excitación, también de agresividad.
Azul: opuesto al rojo, es el color intelectual. Causa paz y tranquilidad. Se lo asocia con la tristeza y la frialdad.
Verde: el color del balance. Provoca equilibrio, armonía, pero también aburrimiento.
Amarillo: otro color emocional, mas relacionado con la confianza, la seguridad, el optimismo y la creatividad. En lo negativo con la depresión.
Morado: es el color espiritual. Simboliza la verdad y la autenticidad, aunque también introversión y decadencia.
Naranja: es el color de la sensualidad y la abundancia. También de inmadurez y frivolidad.